Toma mis manos, querida:
tal como lo harías
evadir designios proféticos
extinguir el fuego predicho
la concepción, el nacimiento
de planes
de cartas de navegación
tal como lo harías,
querida, toma mis manos.
Sabes de mi sinceridad,
caseríos enteros la conocen:
de fidelidad incondicional a mis fincas
a mis comarcas fértiles
a mis manos de alfarero
Creo, ahora, que es lo mejor
en esta declaración de principios:
exijo caricias diarias
espero la pasión desenfrenada, cuarto para las 3 (y 4, 5 y 6)
y no dejo de pensar en aquellos labios
materia de fantasía, de nubes
de esponjoso delirio
de eternidad y un toque a chirimoya.
1 comentario:
Me gusta, encuentro que es muy tu estilo.
y eso po :D
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