miércoles, agosto 12

Un toque de chirimoya

Toma mis manos, querida:

tal como lo harías

evadir designios proféticos

extinguir el fuego predicho

la concepción, el nacimiento

de planes

de cartas de navegación

tal como lo harías,

querida, toma mis manos.



Sabes de mi sinceridad,

caseríos enteros la conocen:

de fidelidad incondicional a mis fincas

a mis comarcas fértiles

a mis manos de alfarero



Creo, ahora, que es lo mejor

en esta declaración de principios:

exijo caricias diarias

espero la pasión desenfrenada, cuarto para las 3 (y 4, 5 y 6)

y no dejo de pensar en aquellos labios

materia de fantasía, de nubes

de esponjoso delirio

de eternidad y un toque a chirimoya.


1 comentario:

La Misma (Valentina Carrasco) dijo...

Me gusta, encuentro que es muy tu estilo.
y eso po :D