martes, abril 13

Entre tu pecho y tu cuello

Tengo una casa,
un espacio,
una hamaca,
una choza,
petit hotel
entre tu pecho y tu cuello

Donde paso mis días libres
entre tus ríos,
olores fijos y ojos claros.
Somnoliento en el vaivén
de tus pechos
de tu fruto maduro.

Y me desvelo, luego,
en tus luceros refulgentes,
arrimado a tu mano,
bajo lo frondoso de tus pestañas,
fascinado por el murmullo de tu sueño