Si te dijera toda y cada una de las formas en que te he tenido en sueños
te saldrían raíces en vez de dudas
te endurecerías más que indignarte
ya que llevo tiempo en esto;
mi experticia,
mi favorita profesión.
No hay espacio para la mirada dubitativa si uno es claro
y dejo en claro, entonces, cómo mi deseo corre tras de ti
de tus pasos
de tus pechos
de todo cuanto es tuyo
mi bien, capullo mío.
Y es tu frente la que me falta
tus ojos ya los tuve
tu coquetería también;
me falta tu fértil imaginación
sembrar mi semilla destructiva
como enredadera atrapar tu mente
para aparecer reiteradamente.
Eres tu la escultora de mis ganas
y, en este momento,
te escribo y repaso
te repaso y escribo.
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