miércoles, marzo 3

Para ti, mujer.

Hoy vuelvo a dejar de soñarte
Vuelvo a las andanzas nocturnas,
insomnes,
todo lo que se pueda contar de no evocarte.

Lo más justo es que, de forma obstinada,
meritoriamente, te grabaste en mis ganas.

Lo terrible de esto, cariño, es lo poco concurrido de tus ganas
por esta situación; de mi desearte como te deseo.

Siendo sincero y abierto, eres tan sólo un recuerdo, una imagen,
ícono de alabastro en mi museo de rupturas y conquistas, conquistas y rupturas.

Pero siendo un recuerdo, te evoco una y otra vez.
Ya no eres la chica que me quitaba el sueño y (por suerte) otras cosas.
Ya no eres la mujer que a fuerza de golpe y palo, moldeó lo que vengo siendo hoy.

Hoy eres una desconocida. Hoy te veo en la calle y no me saludas como antes.
Hoy soy un desconocido. Y nos viene de perlas mantener ese estado civil.

Hoy ya no eres la chica, propietaria del suspiro mío.
Hoy por hoy, sigo siendo aquel que te decepcionó, cariño mío.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen poema camilo
aplausos para ti ¡

ojala estes bien.

Anónimo dijo...

la Quebrada puede ser recordada por tantas cosas... los colores, la mística tradición, Ma. Elena Walsh, los viajes de León Gieco, el cultivo de maíz...
yo lo recuerdo por el puente, el viento y Una Mirada conocida que no tiene tiempo, principio ni final.