domingo, marzo 14

Cual mano blanca

Te veo

blanca cual blanca mano

recubierta bajo el ajustado vestido

ceñido a tu piel,

dejando poco a la ya perezosa

desempleada imaginación.


Me mirás a través del cristal

como en mampara gigante,

voyerista macabra

te entregás y no

me dejás acá, ardiendo,

extranjero a tus líneas colindantes.


Muñeca preciosa.

Títere del deseo y las bajas intenciones,

porque te deseo y no

porque te sueño

porque espero al estruendo

del escaparate abierto.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay.

Eres terrible
y me dejas terrible con muchas cosas.

En conclusión he decidido arrancarte unos besos, de esos.