Mientras las caricias seguían corriendo,
de tu piel salió la suave voz esperanzadora.
De pechos florecidos
de tamaño más que ameno, me sostuve.
Ya iban y venían los cuerpo a cuerpos,
iban y venían.
Sos, eres preciosa.
dramaturga de mis tiernas mañas,
de oscuras intenciones.
Eres tan bella.
Jugamos y corremos sobre el tiempo
de expectantes y jadeantes sábanas
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