domingo, febrero 14

De hoy. De ahora.

Hoy te extraño con renovada energía
amante de tus contornos, de tus palabras,
de lo certero de tu mirada
y de tu mirada, con ella me estremezco.

Hoy te pienso con escazas pausas
te mando un par de versos
que buscan resonar en tus rincones,
que buscan tu aceptación y añoranza.

Siéndote plena y completamente sincero
si te abro mi pecho de gajo a gajo
no sé lo que encontrarías:
de mi cordura no queda mucho
conservo el muñón de mi paciencia.

Me cuesta hacer vida contigo
estás en toda y cada una de mis amantes,
pasadas y futuras,
apareces en mis sueños,
creo verte en andenes y paradas,
en resumidas cuentas: me tienes jodidísimo.

Hoy te escribo con antiguas esperanzas
quizás alguna que otra línea te haga aparecerte
entre la maleza de tu pecho, de tu orgullo prodigioso
de lo denso del olvido, o de lo obstinado del tiempo.

Pero, lo que es por mi, yo no olvido.

Te llevo a punta de pecho,
cual perdigón violento en mi memoria
disparado a quemarropa.

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