lunes, noviembre 23

De repente

De repente
me siento descorazonar
y siento desfallecer
y el espacio hasta tu abrazo
se llena de coral y alabastro
como un ataque alérgico
rasgando mi garganta en picazón
como si los moscardones
zancudos avispas
encontraran cálido hogar
en mis palabras
en mi lengua oceánica.

De repente
me siento muerto
y cada hora, segundo
cumpleaño y santoral
miran con ojos pesados y tristes
llenando la vivencia con el yugo
de la falta de ignorancia
y cada segundo que aglomera
perpetúa mi vivir.

De repente
lo único que queda
es notar el tiempo
como corre, como nada
juega como niño en la tela del espacio
con una lupa gigante y plateada
incinerando y desquebrajando
insectos de prodigios y antenas grandes.

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