Cuando duermo,
normalmente aparecen
planchas,
gatos regalones,
bolsas de té,
personajes de fantasía,
espacios grandes y verdes,
soles como los ojazos tuyos
y también apareces tu.
Apareces, en sueños,
llena de prodigios,
de manos cariñosas y presentes.
Con un abrazo tamaño mundo,
un deseo a flor de piel
golpe grito
gata mía,
apareces en mi cama.
A veces, sí, no aparecen estas cosas.
Y despierto pateando un Tobi
con desgana voy viviendo.
Cuando pase esto, querida,
dame un beso y muérdeme
el mal ceño.
3 comentarios:
Me gusto mucho, tiene ese estilo tuyo que me da la sensación de que hubieras empezado escribiendo y hubieras terminado leyendo en voz alta.. no se xD
te llego a pillar pegándole al tobi loco y nos vamos a las manos
Yo cuando duermo aparecen dibujos en blanco y negro :)
Muy buen poema
saludos cordiales
Karlo
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