martes, junio 30

La profesión es algo adquirido

Ser polvo, arena entre los dedos

Venimos y hacemos, de ojos cerrados, lo que la gana nos dicta, señoreándonos del paisaje, de los cuadros y retratos.

Mi gran amigo acompaña, secretamente los versos en fantasía
una inspiración, casi espiritual, alimentando lo frondoso del proyecto.

Quiero que te pierdas,
que te acomplejes,
que no encuentres salida.
Que mires a los costados,
buscando interruptor,
que sientas un escalofrío,
sí, por ahí atrás.
Que muevas un pie, luego el otro,
que las palabras te enmarañen en su red,
que mi alimento,
en palabras inconclusas encuentren puerto igual de desadaptado.

Esto es vida, sí.

Esto y lo anterior: puesto que acá, en la oratoria,
formamos mundo,
acción pasión,
algo de ruido,
solo un poco
y (también, en la misma proporción) algo memorable,
que se quede en tu mente.

Eso quiero, eso y más.
Mucho más.

En un último esfuerzo, tirando anzuelos,
los dolores y la sangre quedan allá atrás,
en otro plano, junto a cajas, mordazas y recuerdos,
mientras que,
aquí y ahora,
solo queda la silueta y música,
nada más que música.

Mi amigo: gracias por tus sonidos, siempre ayudan a encauzar los sentidos.

sábado, junio 20

Para ti

Si nos vamos ahora

No moriremos


Sólo saltaremos al sonar teléfono

Esperando sin esperanza la voz ahora extraña


Sólo sentiremos distancia que

Tú y yo aprendimos a soportar a golpes y palos


Sólo un poco de desaliento

Una falta de ganas

Un duelo florido y sonriente

Un nudo en la garganta tuya, en la garganta mía


Si nos separamos ahora

No moriremos


Sólo buscarás, en puestas de sol

Sabor salado, abrazo cercanía

De la mía a tu lengua de coral


Sólo nos faltará el aire

Sólo extrañaremos la sonrisa en la mañana

El dulce de beso y caricia

Sobre tu piel, sobre la mía


Si nos vamos ahora

No moriremos


Sólo moriremos corta y muchas veces

En cada suspiro

En cada sonido

Pero ya pasará


Si nos vamos ahora

Moriremos corta y repetidas veces


Pero ya pasará


jueves, junio 4

Espera

Un heraldo cósmico combatiendo en las profundidades
Un reflejo en sus ojos, sustento del alma
y la sangre brotando de la herida
manando allá en el fondo

En este claroscuro todos somos lo mismo
una sombra
tramoya de reparto

Vamos y venimos y en el fondo no somos nada

Ni tú ni yo
Ni tú ni yo

Ganemos en el juego, con todas las cartas en contra
Vamos hasta el fondo, cierra los ojos por si acaso:
no vaya a ser que las sombras se cuelen por tus manos
te ennegrezcan la mirada, te saturen de pisadas
lentamente apoderando

Seguimos en la selva, ni tú ni yo nos abrimos camino
y estas letras crecen y se instalan, con sus raíces en mi lengua
Esto sí que es la muerte

Espera...

Golpean la puerta